miércoles, 14 de julio de 2010

[...] Toppers, morrales y chicas sexis

Después de un tiempo sin subir alguna de mis deslumbrantes narraciones, me vuelvo a aventurar en esta aventura aventurística y me volví a dar cuenta que escribir algo es bastante jodido y, a mí al menos, me cuesta mucho. Los golpes de inspiración que tuve, los tuve viajando, y viajando ‘ni da ponerse a escribir’, así que las veces que me pongo a escribir es por presión de algún amigo, o mi otro yo que me dice “no podes estar siempre al pedo, gil”, y como a eso lo interpreto como ‘debo escribir’ y no como si debería ponerme a estudiar, bueno, abro el Word y me pongo a decir giladas.

Aparte soy muy quisquilloso para escribir; me gusta escribir en Mi pc, no puedo escribir en otra. Y mucho menos escribir en lápiz y papel. Y esto no sólo me pasa a mí…

Yo:

Estoy en casa, ahora voy a poder escribir

Mauri:

Te conviene puto, yo la proxima semana voy a poder escribir recien

Yo en esta pc no puedo escribir

Yo:

Si, en tu pc tenes Tu teclado, Tus archivos, Tu fondo de pantalla(?), todo.

Mauri:

… Tu sobrinita rompiendote las pelotas…

Yo:

No, mi sobrinita no está

Mauri:

Me di el tupé de tomarme meses para que me agarre, pique y me contagie alguna enfermedad mortal del famoso bichito de la inspiración. Es la ventaja de no ser un escritor famoso, con un contrato millonario… y vivir con tus padres.

Pero, ¿viste cuando sos un escritor que realmente tiene un don para escribir cosas que le hace tener un cosquilleo en las partes erógenas a los demás? ¿O deleitarlos? No, seguro que no. Yotampoco así que… ya fue. Sigamos continuando y pasemos de lleno a lo que aquí venimos: buscar minitas. ¿No? Fo, bueno.

Quisiera que alguien me despierte y diga -‘Che, hey ¡HEY! Despertate, tengo que decirte algo muy importante’ -‘¿Quéee, qué pasa loco?’, -‘Sos cinco años menor…’. Así tendría más tiempo para dormir, ir a la facu, escribir para esta página y la banda, y obviamente llenarme de minitas. Pero estas cosas no pasan, lo más parecido es cuando me despierto en otra cama que no es mía y me pregunto cómo llegué ahí, y una voz me contesta ‘Ivan te cambió de cama porque él quería dormir en la suya’. Copado. Ni siquiera el ‘Despertate’.

He intentado escribir este update –o cualquier otro- hace tiempo, pero me daba paja, y me sigue dando. Tengo una excelsa poética que pocos tienen, muchos envidian y a las minas le importa un carajo, pero simplemente me da paja ponerme a escribir. ¿Por qué? Porque quiero que me despierten y me digan ‘Che, despertate, ya escribiste el update, leelo y decime que tal quedó…’. No sé por qué se me hace que tengo sueño. No le voy a dar bola, como a los trabajos prácticos de la facu.

Igualmente, la última vez que fui a la facultad fue hace dos semanas, me había olvidado mi cuaderno con composiciones y demás cosas sin terminar, como siempre. Debo tener una especie de fetiche con esto de no terminar las cosas.

Dejé la secundaria en 4to, para al año siguiente cambiarme de escuela y terminarla en una más fácil y en una que no tenga mucho contenido biológico porque me enloquezaba tener Física, Química, Salud, Biología, y como cinco materias más que no entendía un pomo, así que hice el viejo truco de tirar todo a la mierda.

Algo similar me pasó con un curso de cocina. Y con Historia. Y Filosofía…

En fin, el punto se entendió. Supongo que algún día voy a ahondar en este tema con el terapeuta. Pero por el momento voy a hacer catarsis con mi gata, por más que se duerma cada vez que le hablo.

[ACÁ ME FUI Y DEJÉ DE ESCRIBIR PORQUE ME HABLÓ UNA MINITA POR MSN]

MESES DESPUÉS…

Vieron lo que les dije. Soy así, no sé qué tengo.

Aunque haya dejado Filosofía, la retomé y es lo que ahora estudio. Si, la facultad está llena de hippies, morrales del tipo ‘Jujuy’, rastas, bicicletas que probablemente pertenecieron a tus bisabuelos suecos, zapatillas de lonas sucias, frases de Marx, humo, puloveres rotos y chicas sexys. Y no, no nos drogamos en el salon: hay lugares, dentro de la facultad, específicos para eso.

Algunos se preguntan por qué estudio esto, otros más ingenuos se preguntan qué es Filosofía, otros solamente dan su opinión sobre la materia, y siempre asiento con la cabeza porque todavía no lo sé. Pero acá no estamos para que explique qué es la Filosofía y demás. Para eso están los libros, me dijeron. Yo, aún trato de entender por qué estudio. Por favor, no me la compliquen.

Las quinceañeras me preguntan ‘Je, y eso qué es?’, algunas personas mayores me dicen ‘¿y con qué trabajo saldrías estudiando eso?’, anteayer el dentista me dijo ‘sos raro eh’, mientras la minita de anoche me dijo ‘sos un pelotudo’.

Estoy creándome un perfil de hombre que atraiga a las mujeres, porque ya vieron que decir que estudias algo como Filosofía no atrae a las mujeres. En realidad ya lo creé, pero a la hora de chamuyar minitas –estando ebrio- me olvido y termino diciendo la verdad. Odio ser tan sincero. Odio no ser un mentiroso. Odio ser…

Ya que esta página está para contar las vivencias y hazañas de estudiantes universitarios en ciudades como Rosario, voy a dejar entrever una que otra concepción de la clase de cosas que estoy empezando a notar y que antes no lo veía.

Quizás voy a pecar de hipocresía, ya que hablaré de mi facultad y los seres que ahí yacen, los ya nombrados ‘hippies’.

Y digo hipocresía porque yo tengo uno que otro par de toppers de lona, un morral (que si no es de tela jujeña, pero es un morral al fin), jeans rotos, y bueno, me relaciono con ellos día a día. Lo cual es bueno, para mí y para ustedes, por lo que no estaría hablando por hablar y estaría siendo empírico.

Muchos carteles sobre política interna (ALDE y demás agrupaciones políticas que ‘organizan’ pavadas en la facu), el Marxismo, mini-tiendas de libros, MUCHO mate, café, humo y demás cosas adornan la facultad. Si nos ponemos a mirar detenidamente, tienen un modo de pensar distinto, sobre muchas cosas, pero una de ellas me llamó la atención hace poco. Y fue sobre Fútbol, y supongo que piensan de esa manera sobre el deporte en general.

Sobre el deporte:

A la hora de buscar fecha para un parcial, y siendo que el mundial se acercaba, pusieron la fecha en pleno apogeo botinero; empecé a mirar hacia mis costados, adelante, al final, y nada… nadie le recordaba a nadie que el mundial se acercaba y que ese mes era para no hacer más nada que mirarse todos los partidos, embriagarse, y no prestarle atención a NADA MÁS. Al pibe de al lado lo codeo y le digo ‘¿Te diste cuanta que se están olvidando del mundial?’, y me miró con cara de ‘¿La mujer de quién?’.

Está bien, lo dejé pasar porque capaz se olvidaron, o peor, si lo recordaba me iban a catalogar como raro (Si, ellos a mi. Si, de raro. Si, ellos a mí). El tiempo como siempre hizo que esté equivocado, y al día siguiente salió el tema del mundial; fue como un alivio que esto pasara, pero cinco segundos después se me vino el cielo abajo, me tiraron de las patas todos los muertos a los cuales les saqué el cuero y me metieron un pelotazo en la cara, quedándome marcadas las ‘tajadas’ de la pelota. Si, empezaron a hablar mal del mundial. Diciendo que sólo son personas corriendo atrás de un coso redondo, que la plata que se usa ahí tranquilamente podría ser usado para mejorar el mundo, y no sé cuánta mierda más. Quedé en shock, ya que a mi me gusta el fútbol y ver el mundial teniendo el equipo que tenemos (no quisiera coparme hablando de fútbol y de la Argentina porque no es el lugar: por lo que queda acá) es como estar en una orgía con tres de las mejores pornstars del mundo, la minita que te gustaba en la primaria que ahora debe estar buenísima, la hermana de tu amigo y la verdulera de la esquina (no saben lo que está).

Y habiendo dicho esto, se me ocurrió otra cosa: cómo levantarme a una chica que piensa así.

Sobre el sexo:

Siendo que el murmullo que se escucha y remitiéndonos a los rumores de los Jorge Rials de la Historia, los Filósofos eran reputos y se comían entre ellos, a los discípulos, en pleno ágora cuando el sol se escondía, en el partenón al mediodía, a cualquiera en cualquier lado. Los dioses también hacían de las suyas. Zeus se masturbaba mirando una jovenzuela en la tierra y se manifestaba en un Aquiles para poder darle masa; Afrodita que ahora está tomando el cuerpo de Natacha Jaitt, y casi todos los dioses dándole masa a todos y todo.

Los hippies tomarían una ideología similar, y verían al sexo como algo normal, liberal, y la lujuria y la orgía sería algo tan normal como ir a comprar un kilo de pan para bajártela en 5 min después de un fúlbo siestero. El tema es que no es así para todos, y para hacer incapié en algo sólido, Platón describe al sexo como ‘la parte más asquerosa del alma’ con otras palabras, claro, pero más o menos así; a lo que Cornford lo dice de una forma más cheta y aclara “Una vida arbitrada por una tolerancia sensual fuera de control es lo menos agradable de todo”; casi de la misma forma habla Comte de esta manera: “el sexo es el instinto más perturbador y egoísta de todos”. PERO BASTA DE DEMOSTRAR QUE SE DEMASIADO.

Quería adentrarme en cómo podría una persona normal -no hippie- levantarse una ‘hippie’, porque al menos a mí sí me interesa.

Tienen una esencia distinta, diferente, sus cualidades las hacen únicas y especiales, una libertad que no todas las chicas tienen y una profundidad al hablar que si no estás acostumbrado a hablar con ellas te sorprende mucho y te podrían llegar a enamorar en un instante diciendo ‘¿Dónde he estado toda mi vida, siendo que mi lugar siempre fue este?’. Al pasar una tarde normal, podrías vivir experiencias que sólo se ven en películas como Indiana Jones o Piratas del Caribe, y ahora NO estoy intentando ser gracioso; es la pura verdad. La aventura en sus vidas forma parte de su identidad y su marca registrada; siendo de esta manera que ven al sexo como algo tan normal como haber comprado Kinders sorpresa a 50 centavos cuando era chico, y podría pintarles trío en cualquier momento y adaptarse a cualquier biosistema y ser heterosexual, homosexual o bisexual. Y siendo que las cosas son así como uno las describe y las lee en este momento, ¿quién no quiere tener una chica así?

Una forma estratégica de acercarte a cualquier chica es sabiendo sus gustos y explotarlos para tu propia conveniencia, y esto no es distinto en ellas.

Después de leer un update como este, ya deberías saber un par de cosas que antes no sabías y poder levantarte cuanto hippie se mueva por ahí.

Ejemplos que pueden y necesitan ayudarte:

Hippie en una esquina. Montada en su bicicleta de 1920. Viendo libros. Te le acercas por el costado haciendote el que te interesan los libros también, relojeas un toque y tiras la frase: “¿Sabías que hay un fantasma que recorre europa? Dicen que es el fantasma del Comunismo” Esto le dará gracia porque así comienza noséqué cosa de Marx (Si, esto me saca todo posible coeficiente intelectual mayor de 150 que hasta el momento iba teniendo, pero simplemente no sé qué libro empieza así) y a ellas les encanta Marx; es como si Venus de Milo.

Teniendo una intro así, ya tenes su sonrisa y atención. Y NI TE CUENTO SI TRAES MATE.

Ya que el fin no justifica los medios, hablale un poco de giladas y terminá diciendo: Vamos a mi casa, ¿Que tal si le damos rienda suelta a nuestra lujuria? Total mañana es otro día y nos olvidamos.

HIJO E’ TIGRE.

Creo que además, Marx, tenía una banda…

Perdón si no se pintar un paisaje con mis palabras, y teniendo en mi haber un sentimiento hacia las chicas liberales que excede el firmamento y me transporta al living de una estrella fugaz, ahora me toca dinamitar con TNT sus acciones, soltar un piano sobre sus vicios y convidarle una poción de veneno a su look.

Yo mucho de cigarrillos no sé. Con sólo contar sobre aquélla vez que un amigo me mandó a comprar los cigarrillos que él fumaba, y que yo supuestamente ya sabía el nombre de dicho paquete de puchos, no necesitó aclararme cuáles eran. Al llegar a la estación de servicio (y debo aclarar que sobrio no estaba) de una forma muy langa, empecé “parliamen comun loco gracia”, giré en torno a una chica que compraba Saladix de Jamón, y levanté una ceja dejando notar la masa que le daría, “$5,25 pibe” (en realidad era otro precio, pero no me acuerdo). Miré el paquete y me sonaba a que ese no era lo que me habían mandado a comprar, por lo que puse cara de Wtf y le dije “no tenes de los otros? Ah listo deja nomas chau”. Me retiré y encaré para un minimarket que está a media cuadra. El gordo me saluda y me pregunta ‘kandabucando’, por lo que interpreté como “¿QUÉ ANDÁS BUSCANDO?” y le digo “parliamen comun loco gracia”, y nuevamente la historia se repetía, no entendía nada, cómo puede ser que los cigarrillos que siempre ví fumar a mi amigo en realidad no existían. Tanto no había tomado -me lo aclaré a mi mismo. “Y de esos parliamen rojo y azul no tenes man? ¡De aquellos! –señalé- AH JAJA ERAN PARISIENNES JAJAJAJAJAJAJAJA”

Debido a que me era imposible, por el estado, tener vergüenza, sólo me eché a reír durante media hora y volví con dolor de panza jeje.

Pero esto no era lo que quería dar a conocer, sino…

[PEREN QUE ME HABLÓ LA RUBIA ALDANA EN EL MSN]

SEMANA SIGUIENTE…

Si, ya sé. No lo tienen que decir. Ya sé.

Decía que no se mucho sobre puchos, y seguramente hay muchos no fumadores leyendo esto, por lo que sería bueno ayudarles aclarando ciertas dudas. Si estás caminando por la calle y empezás a sentir olor ‘raro’, no seas iluso y te acerques siendo un buen ciudadano al primer fumador que veas y digas “che, creo que tu parisienn está vencido”, porque lo que vas a estar olfateando no van a ser cigarrillos, sino otra cosa; lo que llamaremos La Sustancia X a partir de ahora, y sólo para hacer más cómodo todo.

Si sentís este olor, hay algo que está saliendo mal, y te voy a dar varias opciones que podrían llegar a dar en el blanco:

a)- Te encontrás en un recital de Intoxicados. Mandate al medio y decí ‘pintó finito?’. Si te empezas a reír, dejá de hacerlo. PARÁ.

b)- Es tu vieja… o tu hermanito, o cualquier integrante de tu familia, y te estuvieron haciendo la vendetta todo este tiempo y nunca fueron condescendientes con vos al convidar. Buscate otra familia.

c)- Estás cerca de la Facultad de Humanidades y Arte, o dependiendo de donde estás viviendo podría ser la Facultad de Filosofía y Letras. Puede que te encuentres a la vuelta, a la media cuadra o en frente.

d)- Hace 5 años que estás estudiando Antropología y no te acordas.

f)- Sos un drogadicto y necesitas ayuda.

No puedo ayudarte en ninguno de estos casos, pero podría guiarte si es que la opción C termina siendo la correcta y decidís mandarte para la facu.

Las personas se equivocan al decir que los Filósofos fueron unos drogados de mierda, y que los que estudian Filosofía son unos drogados de mierda, y que para asistir a una clase de, por ejemplo, Problemática del Saber, necesitas sólo probar de la Sustancia X y ya estas apto para participar de ella. No, dejame decirte que si estás bajo la influencia de la Sustancia X, no podes leer, no podes estar en una clase (al menos prestando atención), no podes ‘filosofar’, simplemente no podes nada. La Filosofía nunca fue de la mano de la Sustancia X, ni la Sustancia X fue de la mano de la Filosofía.

Habría que saber diferenciar bien estas dos cosas, y los que estudian Filosofía lo saben hacer, por lo que no voy a ponerme a contar sobre cuando dejan de lado la Sustancia X y se ponen a estudiar, sino cuando hacen de la Sustancia X su patrimonio nacional y le ponen la cinta de capitán.

Si le decís a un hippie ‘prendete fuego’ es probable que haya escuchado ‘armate uno que yo te lo prendo’; no sé cómo, no sé por qué escuchan todo mal. Por ejemplo cuando intentan venderte una revistita con la cara del Che en la puerta de la facu y le decís ‘no tengo un mango, loco’, ellos siguen explicándote el contenido de la revista y que no sacan ganancia con eso y sólo te cobran lo que salió hacerla y si la compras estás ayudando a seguir produciéndola y así nutrir al mundo de la verdadera esencia del saber y conocimiento, sacando al ser de esa burbuja capitalista que poco tiene relación con las necesidades del primer hombre creado por el Supremo.

No es raro que te conviden Sustancia X en una facultad de humanidades, es lo más normal del mundo, pues ellos ‘sustraen’ como si de niños comiendo un kinder sorpresa se tratara. Y como dije en un principio, hay lugares específicos dentro de la facultad para hacerlo… de la puerta para adentro.

[ME LLEGÓ UN MENSAJE DE UNA MINA. SEGUIMOS OTRO DÍA]

Para cuestiones sexuales:

razondeser@sobretodoeso.com.ar

lunes, 19 de octubre de 2009

Espíritus y duendes

"[...] existe un 'él' que se piensa en mí y que empieza
por hacerme dudar de si soy yo quien piensa."

Claude Lévi-Strauss


Todas las casas grandes, antiguas, o a veces llamadas Casonas, tienen, por lo general, una anécdota, una historia, una leyenda urbana, por así decirlo. Siempre las escuchamos por un amigo, o por un tío en alguna cena familiar, en el cumple de tu vieja, ponele. Y cada vez que pasamos por esa casa, nos da un toquecito de miedo. Hay veces que de antemano ya nos cruzamos de vereda.

Es el miedo. El miedo que impone dicha casa.

Estas casas (sigamos generalizando), por lo general –cuack- tienen una similar historia. Una tía con desórdenes psicológicos, una muerte, un encubrimiento por parte de los padres, una gomera(?), un arma blanca (ponele que un cuchillo), y un par de cosas más. O para hacer de este update un poco más barrial: una loquita que si te mandas a dormir solo en la casa, se te aparece en mitad de la noche y te hace cagar las patas.

Cuando alguien se muda a estas casas, lo más probable es que sea una familia bien, copada, sin dramas. Que uno ve a los padres casi como a los suyos, porque tienen una hija rica de tu misma edad, y ya te hiciste muy amigo y a la semana ya te la besaste porque de entrada le viste cara de putita.

Uh, me fui de papel, perdón. Eso era para otro cuento, para otro día.

Bueno, sigamos continuando la historia de hoy…

En las ciudades grandes, éstas casas son pensiones estudiantiles. Acá vive un pibe de Tucumán que estudia música, una Cordobesa tetona que estudia peluquería, un Mendocino borracho que aparentemente estudia Medicina, la gorda ortiva que no sabes su nombre ni procedencia, un par de hermanos Santiagueños que se la pasan durmiendo, ponele que un Correntino chamuyero, una copadita del sur, y… vos, un pibe normal, regular, con sueños utópicos, 20 años, santafesino, de vez en cuando te tomas un par de cervezas, miras un partidito de fútbol en T y C, te lees un librito de Dostoievski, y cosas así… normal, nada fuera de lugar.

A veces uno hace sociales rápido, a veces no. A veces sólo te hablan cuando necesitan algo. Ahí son tus mejores amigos. Que es… a fin de mes. Porque vos todavía no conoces a nadie, no saliste a ningún boliche, no quemaste tu plata y todavía te queda cientonosécuánto en la billetera. Y ellos, que son requete amigos, chupan todos los días, salen a todos los boliches, van de putas, piden pizzas, delivery de bebidas los martes a las 4:17 AM, etc.

Bueno, y ahí, cuando ya tomaron un poco de confianza, y vos con ellos, es cuando te cuentan del fantasmita que acecha a las chicas de noche, o a los que no estudian (?). Que si, que a mi me apareció en el baño, que al Luis le apareció cuando se levantaba a las 5 para estudiar Instrucción al Conocimiento Histórico, que a la Martina mientras lavaba los platos, y así… Muchas apariciones tuvo ese peculiar espíritu.

Uno se imagina un fantasma como Casper: medio blanquito, pelado, ojos redondos, sin nariz y aparentemente dulce. Pero no, a cada uno se le manifiesta de forma distinta, y a veces ese fantasma viene acompañado de algún drama: a tu vieja le encontraron una pelota rara en las tetas, ponele; cáncer de mama o.O No, mentira. Pobres madres.

Y así viene la mano. Te aconsejan sobre dónde tenés que hacer equis cosas, sobre a qué hora hay que bañarse, sobre qué luz nunca se apaga, sobre a qué hora no tenés que estar en equis lugar de la casa, etc. Al principio no le crees nada, obvio. Pero a la tercer noche, escuchas un ruidito y se te escapa una gotita de pis, y capaz un pedo. ¿El Fantasma? No, es el tucumano que vino en pedo y no logra abrir la puerta. Una advertencia, crees. La próxima es el fantasma. Ya empezaste a creer. Fuiste. Ah, ¿No viste la peli “La Llave Maestra”? Fuiste.

El espíritu es del antiguo propietario de la casa, que se mató porque tenía muchas deudas y porque la jermu lo guampeaba con el plomero… y el carnicero de la esquina, y el lechero, el verdulero, y un par más. Re puta había sido la vieja chota. Pobre… que no se va a matar así. Bueno, y cada 5 de cada mes, vuelve a su casa a buscar las facturas del agua y del gas, y se pone re malo porque la mujer le gastó la plata con la que tenía que pagar dichas deudas. Y ahí es cuando ataca a los estudiantes de la, actualmente, pensión. O… algo así, no sé, yo escuché ese cuento.

Pasa un mes, dos meses, y cuando volvés de la facu, el lápiz que dejaste en tu mesita de luz, ahora está tirado en el piso. Un duende, pensas. ¡Tengo un duende en la pieza ahora! No pegas una. Te querés matar.

No dejemos de lado a los departamentos. Estás en tu depto, leyendo en la compu un mail que te mandó tu profe de Problemática Metodológica (?), te levantas a la cocina a hacerte un té y prepararte un par de tostadas con dulce de membrillo, y notas que hay un par de cuchillos que están en la parte de los tenedores. Mmmm, cosa rara. Volvés a la PC y el Mouse está a la izquierda del teclado. Mmmm, cosa rara. Una semana después pasa algo similar. Ya te empieza a parecer demasiado raro. Al día siguiente vas al almacén de la esquina y escuchas que una piba del edificio de enfrente cuenta que tiene un par de duendes en la casa que le cambia de lugar las cosas. Pensas que a vos te pasa lo mismo y te empezas a preocupar, o te da gracia… mira si te vas a asustar por un duende. No da.

Volviendo a lo que nos compete el día de hoy… El fantasma nos sigue apareciendo a veces. En el baño, cuando estamos estudiando, cuando nos estamos cambiando, cuando tomamos de más (?), y así… aprendemos a convivir con él. Lo saludamos cada vez que entramos a la pieza, cada vez que salimos del baño, cada vez que terminamos de lavar los platos. De ésta manera, como arte de magia, aparece cada vez menos. Y al pasar el tiempo, ya no está más. Ya se fue.

Ésta es una de las cosas que debes saber antes de irte a estudiar a una ciudad como Rosario.

Yo fui, yo estuve ahí.

Y vi fantasmas.

RdS

martes, 13 de octubre de 2009

¿Quiénes somos?

Tal vez sea una pregunta capciosa, quizá una pregunta retórica. Puede que sea una pregunta tan simple y amplia al mismo tiempo, que las palabras sobren y no digan nada.

Nos burlamos de la vida, el tiempo se ríe de nosotros. En cambio el espacio, el espacio es un terreno neutro. Es la zona en la que nos proponemos a trabajar arduamente, o no tanto; pero lo hacemos. Con un poco de irregularidad y poca responsabilidad, pero nos creemos capaces de llevar a cabo nuestra tarea diaria.

Somos lo que la ciencia llama Antropólogos. Realizamos un trabajo de campo y tomamos nota; desafiamos la lógica y retorcemos la lingüística; iluminamos las sombras y perdemos de vista el pasado, sólo quedan manchas de tinta que lo representan de alguna forma.

Estudiamos al ser humano en sociedad, básicamente. Enumeramos situaciones en las cuáles el susodicho ha pasado el límite marcado por lo Normal.

El miedo es como el fuego: si lo sabemos controlar, puede cocinar nuestra comida, puede prendernos un firulín(?); pero si no lo controlamos, puede quemarnos, matar a nuestro perro, puede derretir ese Gokú que con benevolencia sobrevivió a nuestros hermanos menores y a nuestros primitos. Es lo que trataremos, no solos, de aprender; de saberlo conllevar junto con las cotidianeidades vanas.

Llevaremos la psicología a un nexo donde no se pueda tironear más que a la lógica del sin sentido.

Crear la nostalgia. Diluir el recuerdo. Destilar el olvido.

Sobre la razón. Sobre el ser. Sobre el saber. Sobre la duda. Sobre todo eso…


RdS.